La mejor noche de mi vida, y las mejores tostadas de la tuya

Gracias por la noche que ayer me regalaste...

Dormir a tu lado, abrazada a vos, y al despertar ser tu cara frente a la mía, ha sido la experiencia más bella.

Verte mientras aún dormías... ver como buscabas abrazar mi cuerpo,

provocó que un par de lagrimas rodaran por mi cara sabiendo que ya pronto amanecería todo habría acabado.

Esta mañana, luego de contemplarte por lo que calculo fueron los 40 minutos más reflexivos en mis ultimos años,

no titubié en prepararte la sorpresa y darte los buenos días con un desayuno sencillo, pero con mucho significado.

Quizas no fueron las Tostadas francesas mas deliciosas en tu vida,

pero si fueron las que con más amor se te han cocinado.

Desde el momento en que busqué los ingredientes,

mientras sigilosamente buscaba un buen sartén,

durante el tiempo que recorrí la impecable cocina de tu madre,

tratando de hacer el menor sonido posible.

Para no despertarte, para no echar a perder la sorpresa

que el aroma a canela ya habría delatado

Luego te llamé porque ya todo estaba listo.

Te desperté con un beso.

Me dijiste buenos días.

Me abrazaste nuevamente...

Recordamos la pasión, el deseo y el amor que desbordamos la noche

de la que amanecíamos.

Desayunamos.

Yo con vos,

vos conmigo.

Me inquietó la paz de tu vecindario.

Y no dejé de disfrutar ni por un instante

todo lo que sucedía.

Como hubiera deseado que no se tratara de solo una noche.

Como quisiera que se tratara de toda una vida.