Mis Exequias

Ya mero se va el mes... y que??

He cambiado mi trabajo que llevaba por medio tiempo para ser TIEMPO COMPLETO... y cambíe el trabajo que tenía de tiempo completo y ahora es MEDIO TIEMPO

Con Gabe las cosas van bien... Salvo a que mi madre hace unos días volvió a llorar pidiendome que le "diera paz" y que dejara de una vez esas cosas...

Me dijo mil y una razones por las cuales debo dejar "todo eso" y que volviera a ser la niña que una vez fuí.

No soporto verla llorar. Me parte el alma.

Ella ha sido la mejor de las madres. No tengo queja.

Siempre me ha apoyado. Siempre ha sabido ser una amiga.

Pero ahora me hace sentir que le he fallado.

Mi padre piensa que lo de Gabe lo dejé hace tiempo atrás. Que no la he vuelto a ver. Que fue un tropiezo en mi vida.

Por otro lado esta Gabe.

Ella me decía que sería mejor que terminaramos.

Que eventualmente voy a terminar escogiendo a mi familia.

Que será mejor hacernos desde ya la idea que lo mucho que nos amamos no ha servido nada más que para llegar al punto en el que no podemos seguir. Sin importar cuanto nos queremos.

Titubié. Me senti debil. Lloraba mucho. Mis pensamientos estaban hinchados de tanta presión por "volver a ser la niña de antes".

No quiero.

No me imagino a Gabe en brazos de otra. No me la quiero imaginar encontrandomela casualmente por ahí y que me diga: "Hola, te presento a mi pareja"

Y que yo tenga que decirle... "Mucho gusto... EL es mi esposo y ellos mis hijos" y por dentro muriendome de rabia sabiendo cuan felíz puede ser ella y cuan desdichada yo a lado de alguien a quien no amo.

Quise, por primera vez en mi vida, dormir esa noche un sueño eterno. No despertar jamás.

No quiero partirle el corazón a mis padres que lo han sido todo para mí.

No quiero condenarme a una desdicha por seguir un patrón de vida, que no deseo.

Por eso queria dormir y no despertar.

Le había jurado a mi madre que Gabe y yo ya no teníamos nada. Que ella no tenía porque preocuparse. Sus lagrimas me hicieron sentir que las tripas se me hacían un nudo y que me dolía de manera inexplicable.

De no haber despertado la mañana siguiente todo hubiera sido perfecto:

Me hubiera muerto habiendole jurado a mi madre lo que ella anhelaba oir.

Me hubiera muerto habiendole demostrado a Gabe el amor que le tengo, y que muy dificilmente encontrará a alguien que la ame más y mejor que yo.

Si.... Hubiera sido perfecto.

La mañana siguiente para mi mala suerte, desperté.

Con mis ojos que delataban visiblemente que había llorado a cantaros la noche anterior.

Mi madre me preguntó si había estado llorando. Le volví a contestar con una mentira.

No quiero vivir más mintiendo.

No quiero ver a mis padres sufrir por mi. Su MUY arraigada religión les impide ver las cosas de la manera en que yo las veo.

Ellos creen que esto es algo del demonio...

Que necesito hablarlo con un cura... o de perdidas con un psicologo.

Se que esto traerá consigo el efecto "bola de nieve" al final.

Pero me rehuso a renunciar a ella.

A la que me hace felíz.

Que fácil sería mi vida si mis padres fueran de mente abierta.

Si ellos me dejaran ser felíz con ella.

Cómo fantaseo con poder llevar a Gabe a mi casa, que se siente y coma en nuestra mesa, junto a mi familia, que ahí encuentre una segunda familia.

Que mi madre la llame por teléfono para preguntarle por mi. Que la llame pidiendole que por favor me recuerde que debo hacer el mandado que por la mañana me encargó.

Como me gustaría que contaran con ella cunando haya alguna emergencia.

Pero a quien quiero engañar.

Nunca va a suceder.

Al menos no en esta vida.

Y menos en la otra.

De momento sigue todo igual, Gabe y yo amandonos. Mis padres "ignorandolo". Y yo, guardandome el luto.