Marzo 2008...

Para esos días, por motivos de recopilación de datos para mi Diagnostico de Ordenamiento Urbano en la materia de Taller de Urbanismo II durante mi carrera universitaria, me tocó ir al Archivo Histórico de mi ciudad.
Estando ahí conocí al Licenciado encargado del mismo. Un personaje extremadamente conocedor de la historia de mi ciudad, culto, y sobretodo un gran poeta.

Recuerdo que Gabe y otro amigo iban conmigo esa vez... Ibamos a recopilar información sobre nuestros sectores de estudio y aquel personaje tuvo una fijación con mis ojos.
Gabe me molestaba diciendo que mi nuevo enamorado había quedado impactado... recuerdo de como ella se reía y bromeaba.

El me pidió mi correo, se lo dí.

Una mañana me sorprendió con lo que considero uno de los mejores regalos que me han hecho.

Un poema.
Aun lo conservo y conservaré por que nadie me había escrito algo así antes.

Le dí Copy&Paste al correo, tal cual me lo envió (Solo cambié mi nombre). Lo quiero compartir con ustedes.




Soad,
Algo de encanto o profecía bíblica, pero la expresión de sus ojos o la musicalidad de las palabras, ocurren en el momento mágico, unicamente suyo y mío. No sé quién es, tal vez, una persona muy especial, guerrillera danzante, aurea de veloces caballos andaluces en la poradera del infinito.


Lejos…
Lejísimos

En la línea imaginaria del horizonte.
Más allá de las cúspides,
de los crepúsculos naranja
y los espejos y las aguas marinas
Dos gráciles zafiros,
la suave brisa los empujan
hacia la playa de un Comandante

Compañera:

Dos veces te digo: alas y potros
Velas encendidas tras una hendidura de la tarde

Compañera:

Repito un tanto aturdido
Déjelos, son míos.
Déjelos, por favor…
déjelos para siempre



4 de Marzo 2008 por Lic.Eliseo Fajardo