Era después de media noche cuando finalmente me atreví a besarte por primera vez.
Todo comenzó de la manera menos pensada pero ya lo presentíamos. Ya sabíamos hacia donde íbamos.
Solo fue cuestión de tiempo para que la pasión nos enloqueciera hasta de hacerme llegar al punto sin retorno.
Lo traspasé sin pensar el peligro que corría y me dejé llevar por las miles de cosas que nos complementaban, que nos unían.
Y así transcurrieron casi 43 meses...
Hoy hubo una reunión para recibir una charla de esas previas para optar a la integración de Colegio de Arquitectos de Honduras, por sus siglas, CAH.
A ella fueron casi todos mis excompañeros de universidad a quienes tenía mucho tiempo de no ver.
También asistió Gabe. Nos sentamos juntas, como siempre.
Su compañía me llenó de profunda alegría, y no lo niego, también de esperanza.
En mi mente tenía trazado un plan. La llevaría a la habitación de un hotel, haríamos el amor y todo sería perfecto. Volvería a ser lo que un día habíamos sido.
Saliendo de la charla, tomé sus llaves, y le dije que la llevaría a un lugar donde estaríamos a gusto, sin interrupciones y donde pudieramos platicar.
Entramos a su carro... Esta vez yo en su asiento y ella en el que solía ser el mío.
Una vez más me repitió lo que por teléfono ya me había dicho.
Me sientí destrozada. Lloré como una chiquilla. El dolor era incontenible. Deseé no haber nacido jamás.
Escuchar que la mujer que amas (tu primer amor), y por la cual harías lo que fuera, te dice que ya no te ama, es un como un arma que te ataca directo al corazón pero que, por algún extraño motivo, te termina por asfixiar cortándote hasta la respiración. Curioso, pero verdadero.
Saber que 43 meses de relación de pronto se van a la borda, es una sensación terrible.
Me sentí derrotada, con ganas de morir.
Incluso me sentí fracasar.
Pero la vida me ha enseñado que nunca sabes que te depara el futuro y que éste solo puede ser un paso (dificil, pero seguro) hacia mi felicidad.
Quizas es por eso que estoy agradecida de que ella me ha dicho la verdad y asi no me engaña y tampoco se engaña a si misma.
Duele perderla, duele aquí adentro saber que no volveré a tener esos besos que yo tanto amaba.
Duele saber que no podré sentir sus caricias ni el roce de su piel. Duele saber que ella ahora me ve con otros ojos, con ojos de amistad.
Duele saber que no desea más mis labios, que arden en deseos por besar los de ella.
Duele haberme entregado completamente y sin reservas: en cuerpo, mente y alma y que ahora todo esté perdido, y sin esperanzas de nada.
Para mi fatal sorpresa, de repente me encontré haciendo algo que jamás creí que haría...
Le supliqué que me amara, rompiendo el juramente que a mi misma me había hecho.
Le suplique llorando.
Le supliqué susurrando.
Le supliqué viéndole a los ojos.
Le supliqué desde mi corazón roto.
Ella insistía en que ella no me merecía. Pero no cabe en mi mente la idea de una mujer más perfecta que ella.
Por que de ella me gustaba todo.
Su cuerpo.. sus sentimientos... sus pensamientos... su voz... su mirada... sus besos... y también me gustaba su amor.
Ese amor que dejó de ser recíproco.
Ese amor que un día me hizo ilusionarme.
Ese amor que hoy ya no existe.
Pero más allá de todo, me gusta ella. Toda su persona. Toda su individualidad. Todo lo que ella es. Todo lo que ella significa.
Se que debo guardar luto a esta relación que fue y que no es más, que quizás en algún futuro, podre ofrecerle mi amistad... (la que de antemano sé que la tiene desde el día que la conocí y que la tendrá hasta el día en que me muera)
Sin embargo, tengo que dejar que el tiempo sane mis heridas.
La amo... pero quiero que sea felíz, aun si su felicidad no es a mi lado. Aun si para lograr su felicidad, tenga yo que entristecer mis días.
Al final, se que seré felíz sabiendo q ella también lo es.
El futuro es incierto... Pero se que lo que viví con ella lo disfruté y que le dí lo mejor de mí.
Se que amé intensamente. De la única manera que se hacerlo.
Se que cometí errores. Mismos a causa de mi amor que me enceguecía y enloquecía.
Pero que de una manera tierna la abrazaba en mi corazón.
Hoy llegó ese día que desde esa mañana de Domingo de 1ro de Abril de 2007 siempre temí.
Hoy llegó a llevarse lo que más he amado.
Hoy llegó para devolverme a mi amiga, y arrebatarme a mi amada.